sábado, 20 de febrero de 2016

De cómo llegamos a nuestra FIV

Por diferentes motivos no pudimos ir antes a otra consulta con el ginecólogo, por lo que recién en enero de 2016 sacamos turno directamente en un centro de fertilidad porque nos daba más confianza y porque ya nos imaginábamos que algo andaba mal con alguno de los dos.

Queríamos que nos hicieran todos los estudios necesarios y la doctora que nos tocó fue un bálsamo que llegó para sacarnos todas nuestras dudas.

En la primera cita me realiza una eco transvaginal y me da la hermosa noticia de que mi útero estaba impecable y era "hermoso"!!! Nos manda las órdenes para realizarnos los exámenes de sangre y espermograma mi pareja y a mí de sangre y una histerosalpingografía para descartar alguna obstrucción en las trompas. Este último lo tuve que realizar el día 7 del ciclo, y como segunda buena noticia me informa que mis trompas están perfectas, que no se veía nada anormal en el estudio!

Con los resultados de sangre y espermograma en mano vamos a la siguiente cita con la gine, que a pesar de no hablar en nuestro idioma es un amor de persona y explica tan pausado y con palabras fáciles para que entendamos.

El Espermograma y análisis de sangre del futuro papá están perfectos.Y acá se terminan las buenas noticias. Nos explica los valores normales que debería tener una mujer de mi edad y después nos cuenta los valores que dieron mis exámenes, para resumir tengo la reserva ovárica correspondiente a una mujer de 40 años! Con todo lo que eso conlleva, nos dice sin preámbulos que el próximo paso es no perder tiempo y hacer fertilización in vitro! Lo que dijo a partir de ahí no lo recuerdo, fue un baldazo de agua fría que realmente no esperaba, hubiera esperado cualquier diagnóstico menos ese, no sabía que podía ser posible a mi edad, jamás conocí a nadie que lo tuviera o por lo menos que lo contara.

Las millones de dudas acerca de mi diagnóstico y cómo proceder nos las sacamos la siguiente cita ya más fríos y habiendo investigado un poco. Lo que jamás dudamos es que lo íbamos a intentar cuanto antes!

Apenas nos informamos de cómo era el tratamiento y cuál era el adecuado para mí, le preguntamos cuando podíamos empezar, nos dijo que en mi próximo periodo ya lo podíamos hacer.

Y acá estamos, a 3 días de la fecha del período, pensando que tantos meses detesté cuando llegaba y ahora estoy ansiosa porque llegue...

La búsqueda comienza así...

Nuestra aventura comenzó hace más de dos años, cuando hablando con mi pareja decidimos que dejaría de tomar las pastillas anticonceptivas para que buscáramos a nuestro bebé, tardamos en tomar la decisión hasta que estuviéramos listos en todos los sentidos, porque de ingenuos que fuimos pensamos que iba a ser fácil y sencillo, que a lo sumo no iba a ser en el primer mes pero que sería enseguida.
Los meses pasaban y nosotros estábamos tranquilos y relajados porque pensábamos que sería cuestión de tiempo, que pronto llegaría ese mes en que tuviera el tan ansiado atraso... Y llegamos al año de búsqueda y nada.
En enero de 2015 decidimos visitar a un ginecólogo bastante poco amable y de pocas palabras (que dicho sea de paso vivimos en un país en el cual hablan otra lengua y se dificulta mucho en estos casos) luego de realizarme un examen, me mando a tomar una medicación por una inflamación y algún tipo de bacteria que según él era lo que podía estar dificultando el embarazo, nos dijo que por mi edad no debería tardar más de 6 meses más en lograrlo.
De esa consulta salí más que insatisfecha porque no nos mandó a hacer más estudios ni nos explicó absolutamente nada! Pero mi error fue quedarme con esa sola consulta y seguir intentando.
El año que siguió la búsqueda fue más intensa, más planeada, calculando con calendario los días más propicios y hasta con test de ovulación. Pero nada.

Un mundo desconocido

Después de tanto pensarlo decidí volcar todos mis pensamientos aquí, con el propósito no sólo de descargarme sino también para que muchas chicas jóvenes que aún no tienen en mente ser mamás vean este post aunque mas no sea por error, o por esas búsquedas de Google que nos lleva a cualquier lado. Porque es lo q me hubiera gustado leer a mi años atrás, cuando aún no estaba lista para buscar un bebé.

De un día para el otro ingresé a un mundo aún desconocido para mí, el mundo de la infertilidad. Un mundo del que jamás pensé que formaría parte, y a un mundo del que no sabia absolutamente nada. Todo nuevo. Nuevos términos, nuevas palabras, nuevos diagnósticos. Para una persona relativamente sana. Mi diagnóstico: baja reserva ovárica con menos de 30 años.

Cuando digo que me hubiera gustado leer que algo así años atrás me refiero a que no sabía que esto me podía pasar a tan temprana edad, la baja cantidad de óvulos disponibles para fecundar siempre lo relacioné a mujeres a partir de los 35 años y cuando esa mañana pase a formar parte de ese grupo, mi vida fue un mar de dudas.

Haber leído algunos blogs de punta a punta alegrándome por los buenos resultados y entristeciendome con las trabas en el camino, me sentí muy identificada miles de veces con los sentimientos que describían, y me dieron valor para tener el mío propio y contar mi aventura....